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Por: Guillermo Pérez

Una de las noticias más extendidas y conocidas recientemente, fue la afectación de una especie de “Neuropatía Periférica” y posterior “encefalitis” que sufrió el cantante y artista venezolano residenciado en Miami, Jesús “Chino” Miranda Pérez, lo cual llegó hasta el punto de inmovilizarlo en un momento y luego someterlo a diferentes terapias para recuperar funciones motoras fundamentales como el movimiento y el habla. Y es que más allá del acostumbrado morbo farandulero, la fuerza de la noticia no sólo destacó por el cariño del público al artista, sino porque toda esta afectación de salud ocurrió como consecuencia de haber contraído el COVID-19, a mediados de marzo del 2020[1].   

Si bien esta nueva forma de Coronavirus presentada desde finales del 2019 y que fue responsable de la Pandemia que ha detenido al mundo desde el 2020, ha sido un reto enorme para la comunidad médica, quienes han tenido que ir conociendo y luchando con la enfermedad sobre la marcha. Ya se venía conociendo un poco sobre estos efectos neurológicos, e incluso también algunos que afectan psicológicamente, pero el hecho de que los sufran personajes públicos, sobre pasa cualquier consideración estadística de prevalencia o incidencia.

En vista de esto, y considerando la poca información con la que aún se cuenta hoy en día, contactamos a dos excelentes profesionales de la salud, pertenecientes a nuestra Plataforma de Médicos Venezolanos Online (MVO), para procurar una información con perspectiva integral. Por esto, conversamos por una parte con una Médica Neuróloga, la Dra. Morella Viloria; y, por la otra, con la Dra. Sandra Mudarra, Médica Psiquiatra. De manera que podamos obtener luces sobre esta cara de la enfermedad.

Como bien lo señala una publicación de la American Psychologist Association – Asociación Americana de Psicología (APA)[2], a medida que la pandemia de COVID-19 se iba extendiendo, fue dando señales de que no era una enfermedad respiratoria común, pues también afecta varios sistemas del cuerpo y órganos, incluidos el corazón y el cerebro. Incluso aquello que los pacientes reportaban de la falta de gusto y olfato, parecía un síntoma de afectación del Sistema Nervioso Central. En vista de esto, le preguntamos a la Dra. Morella Viloria, que tanto se sabe de esta situación, ¿Es el Covid-19 una enfermedad respiratoria? A lo cual nos indica:

“Actualmente se conoce que el COVID-19 puede presentar varios mecanismos por los cuales puede ocasionar lesión: una respuesta inflamatoria severa, estados que favorecen la coagulación, y daño en la pared interna de los vasos. Por esto ya sabemos que es también una afección vascular, y a raíz de eso, puede desencadenar compromiso neurológico”.

Ante esta situación y a raíz de lo que se conoce por ciertos casos que se encuentran investigando, nos preguntamos: ¿qué se puede ver más afectado, el Sistema nervioso central o el periférico? ¿se maneja ya alguna estadística al respecto? La Dra. Viloria nos responde:

“Se puede ver más afectado el Sistema Nervioso Central, comúnmente las complicaciones neurológicas agudas reportadas incluyen encefalopatías por alteraciones metabólicas, enfermedad cerebrovascular, crisis epilépticas o encefalopatías hipóxicas. Y son más raras  las complicaciones postvirales como las encefalomielitis,  desmielinizacion postinfecciosa periférica tales como el Síndrome de Guillain Barré”.

Sobre la prevalencia de estas afectaciones, la APA nos indica que sigue siendo una cuestión abierta a estudio, pero que se puede concluir momentáneamente que los problemas neurológicos no son raros para los pacientes con coronavirus, estimando que entre el 30% al 50% de los pacientes hospitalizados podría tener problemas neurológicos. En el caso específico de enfermedad cerebrovascular, la Dra. Viloria nos indica que la incidencia es de aproximadamente un número relativo de 1 a 2 % de los pacientes hospitalizados por COVID-19.

Ahora, se han conocido casos de afectaciones en pacientes que han sufrido neuropatías periféricas, como lo señala la Dra. Viloria que es el síndrome Guillain Barré que produce parálisis. En vista de esto, le repreguntamos, ¿es esto típico o raro? ¿Cómo se presenta?; y ¿se presenta más en adultos, en niños o ambos? Explica la Dra. Viloria:

“Se ha observado la presencia de Polirradiculoneuropatia inflamatoria aguda que es el  Sindrome de Guillain Barre relacionado con Covid 19. Se trata de una alteración autoinmune de los nervios periféricos; ya que  el SARS COV-2 se asemeja a estructuras de los nervios y esto hace que se creen autoanticuerpos. Hasta ahora se ha observado, en mayor frecuencia, en los adultos”.

Además de efectos neurológicos fisiológicos, algunas personas parecen tener también una afectación psíquica o mental. Muchos familiares de pacientes que superaron el COVID-19 reportan cambios radicales de comportamiento, o incluso los mismos pacientes pueden sentir tristezas o depresiones. La misma APA indica que existe evidencia documentada de pacientes hospitalizados con COVID-19 moderado y grave que experimentaban una variedad de síntomas neurológicos, cognitivos, psicológicos y psiquiátricos. Incluso reporta algunos estudios incipientes indicando que aquellos pacientes con consecuencias neurológicas y neuro-psiquiátricas pudieron presentar menor afectación respiratoria, aunque aún es pronto para emitir conclusiones.

Así le preguntamos a nuestra especialista en Psiquiatría, la Dra. Sandra Mudarra, sobre esa relación entre el COVID-19 y enfermedades mentales, ¿se puede empezar a sufrir como un efecto secundario a la enfermedad, o el contraer el COVID-19 puede detonar alguna predisposición a alguna condición mental preexistente? Nos indica la Dra. Mudarra que:

“Ciertamente existen estudios actuales que han demostrado una retroalimentación entre las enfermedades psiquiátricas y la enfermedad causada por COVID -19. Las personas que han estado afectadas por el SARS COV-2 tienen mayor  riesgo de sufrir  trastornos mentales en el curso agudo de la enfermedad por la acción directa del virus. Pero también puede ser por un efecto secundario y posterior a la enfermedad, debido a diversos factores como la estancia prolongada intrahospitalaria, preocupación por la salud, o como manifestaciones postvirales.

Por otra parte  las personas  que padecen una enfermedad mental previa tienen mayor riesgo de recaídas provocadas por el estrés  asociado con  la pandemia o la exacerbación de condiciones neuro-psiquiátricas”.

Se sabe que la propia condición social de Pandemia ha sido una alerta para los psicólogos, pues la ansiedad generalizada puede traer ciertos problemas como la exacerbación del estrés asociado a la condición de salud (ya sea porque se tenga la enfermedad o por la anticipación de poder llegar a contraerla), la preocupación por el trabajo y la economía, las situaciones de violencia intra-familiar producto del encierro por cuarentena, etc; y eso es adjudicarble a toda la gama de afectación mental que trae el COVID-19. Sin embargo, quisiéramos preguntar si ¿hay alguna explicación biológica, relacionada a la actuación específica del virus SARS-COV-2, que pueda causar estas condiciones mentales en pacientes?; ¿cómo es esta acción? La Dra. Mudarra responde:  

“Aunque estos efectos se encuentran en estudio, podemos responder que sí existen algunas causas fisiopatológicas. Esto es debido a la capacidad  neuroinvasiva de estos virus, que va induciendo daño de la barrera hematoencefálica, activando la respuesta inmunológica en el cerebro y conduciendo a un efecto inflamatorio a nivel del tejido cerebral. Por esto se ha observado la presencia de encefalitis por acción directa del virus, que produce alteración de las funciones mentales superiores”.

Ahora, le preguntamos a nuestra Psiquiatra, ¿qué tipo o cuáles enfermedades mentales son las más típicas como consecuencia del COVID-19? ¿Estas condiciones mentales son permanentes o momentáneas? Así nos indicó.

“Las enfermedades mentales que se presentan  con más frecuencia como consecuencia del COVID-19 son: ansiedad, insomnio, trastorno de estrés postraumático, depresión, fatiga, deterioro cognitivo, alteración de concentración y memoria, disminución del estado de ánimo, confusión y, a veces, hasta alteraciones en el discurso.

Algunas de éstas pueden persistir entre 3 a 12 semanas después de la infección por COVID-19. Otras como: alteraciones en de la conciencia, del comportamiento y alucinaciones pueden presentarse solo en la etapa aguda de la infección por COVID-19”.

Por su parte, con respecto a la posible duración de los efectos neurológicos de la enfermedad, nuestra Neuróloga, la Dra. Viloria, nos indica que:

“El compromiso neurológico, como explicamos, puede aparecer inmediatamente en la etapa aguda o presentarse posterior a la infección, y dependiendo de la condición del paciente y de la sintomatología se puede mantener, incluso hasta un  año después de haberla iniciado, pero recordemos que estas estadísticas son muy recientes y aún no sabemos cómo se va a comportar con el paso del tiempo”.    

Para finalizar quisimos indagar sobre estos efectos neurológicos y Psiquiátricos, en relación a si es una consecuencia específicamente del SARS COV-2, o si se presenta en otras infecciones virales. La publicación de la APA menciona que:

(…) la pandemia de influenza de 1918 se asoció con un aumento de los problemas neurológicos, muchos de los cuales se hicieron evidentes meses o años después, el brote de SARS en 2003 y el brote de MERS en 2012 (ambos causados por coronavirus similares al que causa COVID-19) también se asociaron con enfermedades neurológicas, incluida la inflamación cerebral, y, tras cada uno de esos brotes, hubo informes de personas que sufrieron lesiones neurológicas duraderas.

Ciertamente nuestras especialistas, tanto la Dra. Viloria, como la Dra. Mudarra, coinciden en que Las alteraciones neuropsiquiatricas virales y post-virales pueden observarse en una gran variedad de virus; que tienen como denominador común la preferencia de infección por el sistema nervioso central. Pero los trastornos mentales fueron significativamente más comunes en los pacientes que padecieron COVID-19, en comparación con las personas que se recuperaron de otras infecciones respiratorias virales. Sin embargo todos los científicos y especialistas médicos reconocen que la información y las investigaciones son por ahora iniciales y que se debe seguir indagando en la medida que la enfermedad vaya desarrollándose y evolucionando.

APÉNDICE:

Como un anexo a esta publicación, presentamos un breve resumen de La American Psychologist Association – Asociación Americana de Psicología (APA) que recoge los distintos procesos patológicos ocasionados por el coronavirus que pueden afectar al cerebro[1]:

Complicaciones en cuidados intensivos

Las personas que han sido hospitalizadas en la UCI, por cualquier motivo, tienen más probabilidades de experimentar problemas cognitivos a largo plazo y tienen un mayor riesgo de ansiedad y depresión. Un estudio (anterior a la COVID-19) encontró que entre el 20% y el 40% de los pacientes de la UCI experimentaron delirio, con tasas que aumentaron del 60% al 80% para los pacientes con respiradores. Se cree que estas complicaciones están relacionadas tanto con enfermedades graves como con el tratamiento de cuidados intensivos. Una parte de las personas gravemente enfermas con COVID-19 probablemente experimentarán delirio y otros efectos secundarios neurológicos simplemente como resultado de estar en la UCI.

Respuesta inflamatoria o inmunitaria

En algunos pacientes, la enfermedad del coronavirus parece desencadenar una respuesta inmune descontrolada que puede generar problemas en todo el cuerpo. Diversos estudios han descrito varios tipos de encefalitis, así como encefalomielitis diseminada aguda. Los pacientes con encefalitis pueden experimentar síntomas leves similares a los de la gripe, como dolores de cabeza, fiebre y fatiga, o síntomas más graves, como confusión, convulsiones, parálisis, problemas del habla o audición, etc.

Accidente cerebrovascular

Se ha descubierto que la COVID-19 causa coágulos de sangre, tanto grandes como pequeños, que pueden llegar hasta el cerebro y ocasionar un derrame cerebral. Se han producido accidentes cerebrovasculares en pacientes con coronavirus de todas las edades y, de hecho, los médicos han informado que algunos adultos menores de 50 años se han presentado al hospital con un accidente cerebrovascular como su primera complicación del COVID-19, mientras que sus síntomas respiratorios eran leves.

Infección cerebral vírica

Se ha detectado la presencia del virus en el líquido cefalorraquídeo, lo que plantea la posibilidad de que el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, pueda infectar directamente las células cerebrales. Sin embargo, la evidencia de que el virus puede llegar a las células cerebrales aún es incierta.

[1] https://www.latimes.com/espanol/entretenimiento/articulo/2020-12-17/a-consecuencia-del-covid-19-chyno-miranda-sufrio-paralisis-y-severos-dolores-corporales
https://www.latimes.com/espanol/entretenimiento/articulo/2021-07-29/chyno-miranda-ha-enfrentado-una-vida-marcada-por-la-tragedia-con-heridas-que-aun-no-cicatrizan
[2] Todas las referencias sobre la publicación de la APA fueron sacadas de: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=15194
[1] Tomado de: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=1519