Por: Guillermo Pérez Rojas.
Ardor en la boca del estómago, acidez, reflujo seguido de nauseas, sensación de hambre o de llenura, etc. Estas son realidades que, recuerdo, se presentaban en las épocas de exámenes parciales o finales durante la época universitaria, o ante exigencias fuertes del trabajo, preocupaciones familiares, etc. Muchas veces estas manifestaciones atacan más una época que otras, de forma estacional; otras veces no desaparecen sino que persisten constantemente en el tiempo.
Como bien nos señala el Dr. Fabio Saccá, especialista en gastroenterología y médico venezolano de nuestra plataforma, estos síntomas persistentes muestran la presencia de gastritis y se diferencian de una simple indigestión, pues “mientras en la gastritis los síntomas son persistentes, desencadenados por los mismos estímulos, la indigestión es generalmente autolimitada y desencadenada por un evento o alimento que es más fácilmente identificable”.
En vista de la cantidad de casos que existen de gastritis, realizamos una investigación para presentarles esta pequeña síntesis, llevados de la mano por el Dr. Saccá, quien manifiesta que: “si bien las estadísticas son variables, el común denominador es que esta enfermedad es uno de los motivos de consulta más frecuente a médicos generales y gastroenterólogos en todo el mundo”.
¿Qué causa la gastritis?
Como señala el sitio web: mayoclinic.org, la gastritis “es un término general para un grupo de enfermedades con un punto en común: la inflamación del revestimiento del estómago”. Puede ocurrir súbitamente, como una condición aguda, o puede ocurrir lentamente y con el tiempo, con lo cual se vuelve crónica.
Por su parte, coincidiendo con la mayoría de los especialistas, el Dr. Fabio Saccá explica que existen múltiples causas de la gastritis: “Las más importantes son la ingesta de alcohol, ciertos medicamentos, sobre todo los esteroides, antiinflamatorios no esteroideos como aspirina, ibuprofeno, diclofenac, entre otros; el humo del tabaco, una dieta irregular; y, por supuesto, la presencia de una bacteria llamada Helicobacter Pylori”. Esta bacteria generalmente la adquirimos en la infancia, se puede transmitir de persona a persona o a través de comida y agua contaminadas; y en la mayoría de los casos acompaña a la persona infectada hasta el final de la vida, salvo que se elimine mediante tratamiento antibiótico específico.
Tipos de gastritis:
Una gastritis es aguda cuando dura algunos días y desaparece cuando lo hace el agente externo causante (alcohol, estrés o fármacos). Por otro lado, la gastritis crónica se produce cuando la enfermedad dura meses o incluso años y puede ser por factores endógenos como bacterias (que como nos señala el Dr. Saccá pueden ser de distintos tipos, pero la más común es la Helicobacter Pylori), pero también puede deberse a una alcalinización del pH del estómago que se origina por el reflujo biliar.
También existe la denominada “gastritis nerviosa”, que como nos reseña el sitio tuasaude.com, si bien no es una inflamación como en la gastritis clásica, también puede presentar los mismos síntomas como acidez, ardor, sensación de llenura, etc.; sólo que en estos casos se dan por situaciones emocionales o estrés.
Adicionalmente es importante considerar, tal como destaca la web msdmanuals.com, la variación de gravedad en la sintomatología de las gastritis. En este sentido, hay gastritis erosiva, que se producen cuando, además de la inflamación, se produce erosión de la mucosa del estómago, lo cual deja pasar los ácidos, llegando a generar sangrado. Por otro lado está la gastritis no erosiva que “se caracteriza por alteraciones en la mucosa gástrica que van desde el desgaste (atrofia) a la transformación del tejido gástrico en otro tipo de tejido intestinal (metaplasia)”.
¿Hasta dónde se puede agravar una gastritis?
Según los sitios y especialistas consultados, una gastritis erosiva puede producir úlceras y sangrados; mientras la transformación del tejido del estómago en los casos de gastritis no erosivas, puede aumentar los riesgos de cáncer. Por esto le preguntamos al Dr. Saccá sobre estas posibilidades:
“La respuesta a esta pregunta tiene muchísimas variables. Hay una cadena de eventos asociados a la gastritis que pueden llevar a una úlcera, condiciones ambientales y genéticas. Además está la variable del tiempo con daño a la mucosa gástrica. Si son años, sin procurarse un tratamiento, pueden llevar a un porcentaje muy pequeño de pacientes a desarrollar cáncer gástrico. Justamente para identificar y atacar todas éstas variables, es necesario consultar un gastroenterólogo, sobre todo cuando hay presencia de síntomas persistentes”.
La prevención y el tratamiento son la clave:
Como señala Mario Valdivia Roldán en la Revista de gastroenterología del Perú, la gastritis es una enfermedad cuya existencia se sospecha clínicamente, se observa endoscópicamente y muchas veces requiere confirmación histológica para determinar, por ejemplo, si hay daño epitelial o endotelial. Todo esto es fundamental pues el tratamiento a seguir varía si la gastritis es nerviosa, crónica o aguda, erosiva o no. Por esto es fundamental asistir lo más pronto posible al gastroenterólogo si se sospecha su padecimiento o se tienen los síntomas.
No obstante, en la mayoría de los casos se requiere la indicación de dietas específicas, uso de fármacos tipo protectores gástricos (sobre todo si la gastritis es medicamentosa o producto de aines), entre otras medidas. En todo caso si queremos actuar de manera preventiva lo más importante es cuidar nuestros hábitos alimenticios, evitando irritantes como el café y el té, las bebidas alcohólicas, picantes, entre otros; así como reducir o eliminar hábitos de tabaquismo.
Por otro lado tenemos lo que se conoce como creencias o prácticas populares, según las cuales existen remedios o antídotos caseros y naturales como tomar leche o bicarbonato de sodio ante la acidez, tomar avena como protector gástrico, entre otros. Sobre estas prácticas y creencias, le preguntamos al Dr. Fabio Saccá, quien indicó que:
“Hay que tener mucho cuidado con las “soluciones naturistas”, algunas pueden provocar más daño gástrico, alteraciones en la función del hígado y hasta insuficiencia hepática. Comer varias veces al día, en porciones pequeñas; usar sustancias buffer como bicarbonato, carbón activado o antiácidos de prescripción libre, etc., puede mejorar algunos síntomas, pero no son curativos. Luego de un diagnóstico preciso, es necesario, además de una dieta adecuada, el uso de inhibidores de la bomba de protones u otro tipo de fármaco para la curación”.
Por: Guillermo Pérez Rojas.
Fuentes complementarias:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/gastritis/symptoms-causes/syc-20355807
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/digestivas/gastritis.html
https://www.tuasaude.com/es/gastritis-nerviosa/
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1022-51292011000100008